El Yoga moderno

EMAAY

Escuela Maitri Áditi de Artes Yóguicas

El Yoga Moderno

Los textos primarios como el Hatha yoga pradipika , los Upanishads o los yoga Sutras de Patanjali, no dan cuenta de asana como el núcleo principal de las más importantes tradiciones de yoga en la India. Posturas como las que hoy conocemos figuraban a menudo entre las prácticas auxiliares de los sistemas de yoga (particularmente en hatha yoga), pero no eran el componente dominante. Más bien aparecían subordinadas a prácticas como prānāyāma, dhāranā y nāda, y no tenían la salud ni el estado físico como objetivo principal. Esto fue así al menos hasta la súbita explosión del interés en el yoga postural de las décadas de 1920 y 1930, ocurrida primero en la India y más tarde en Occidente.

Uno de los primeros Maestros espirituales de la India que incursionó en los Estados Unidos fue Swami Vivekananda. Arribó a este país en 1893, donde asistió al congreso Mundial de Religiones donde presentó el pensamiento del Hinduísmo. Difundió la visión filosófica del Vedanta, ignoró en gran medida el āsana y tendió a centrarse en el prānāyāma, la meditación y el pensamiento positivo. Vivekananda rechazó públicamente el hatha yoga en general, y el āsana en particular, dados los prejuicios que tenían las castas superiores y los colonialistas europeos contra los yoguis, los faquires y los mendicantes de las castas bajas.

El desarrollo de Asana:

No fue hasta la década de 1920 cuando asana comenzó a ganar protagonismo como parte importante en los modernos yogas basados en el idioma inglés que emergían de la India.

En las primeras décadas del siglo XX, en la India se vivió un interés sin precedentes por la cultura física, el que estaba estrechamente vinculado a la lucha por la independencia nacional. La construcción de mejores cuerpos forjaría una mejor nación y optimizaría las posibilidades de éxito en caso de un enfrentamiento violento contra los colonizadores.

En esa época surgió una amplia variedad de sistemas de ejercicios que combinaban las técnicas occidentales con las prácticas tradicionales indias. Maestros como Tiruka (K. Raghavendra Rao), enseñaban técnicas de fortalecimiento y combate a los potenciales revolucionarios, haciéndolas pasar por yoga para evadir la mirada de los colonizadores.

Otros maestros, como el reformista nacionalista de la cultura física Manick Rao, combinaron gimnasia europea y ejercicios de resistencia con pesas, con renovadas técnicas indias para el combate y la fuerza.

El estudiante más famoso de Rao fue Swami Kuvalayananda (1883-1966), el maestro de yoga más influyente de su época. Este último, al igual Sri Yogendra (1897-1989), combinó los āsanas y los sistemas de cultura física indígena de la India con las últimas técnicas europeas de gimnasia y naturopatía. Transformaron las prácticas de yoga en una educación física e intentaron comprobar científicamente sus resultados fisiológicos, convirtiéndola en una terapia beneficiosa para los practicantes. Dejaron así en un segundo plano las consideraciones de naturaleza mental, espiritual y de Liberación tal y como proponen los textos antiguos.

Con la ayuda del gobierno de la India, sus enseñanzas se extendieron por todas partes, y los āsanas —reformulados como cultura física y terapia— ganaron rápidamente legitimidad.

Aunque Kuvalayananda y Yogendra son en gran medida desconocidos en Occidente, es con ellos que de alguna manera se genera el yoga moderno. Su trabajo constituye una buena parte de la razón por la cual practicamos yoga como hoy lo hacemos.

El hatha Yoga ha sido la rama más difundida en Occidente y dada su gran versatilidad ha podido adaptarse a diferentes posibilidades de ejecución y al estilo de vida de las personas de este lado del mundo. Todos los maestros que trajeron el yoga, como Swami Sivananda, Paramahansa Yogananda, T.K.V. Desikachar, Indra Devi, B.K.S. Iyengar, etc, coincidieron en que el contexto en que nació, era muy distinto al de la sociedad moderna occidental, por lo que vieron la necesidad de adaptarlo para que todas las personas pudieran recibir los beneficios de esta práctica

De esta manera, el hatha yoga ha evolucionado pudiendo ser practicado de forma enérgica, moderada o suave; más orientado a lo físico o a lo meditativo. Pero siempre manteniendo los mismos principios básicos que ha tenido desde hace milenios: respiración, asanas, relajación, alimentación y meditación.

Lorena Ebensperger Leyton

Profesora de Yoga

Directora de EMAAY

Fuentes: ANTIGUAS Y CNTEMPORANEAS RAÍCES DEL YOGA – Mark Singleton-

HISTORIA Y FILOSOFÍA DEL YOGA – Silvia Arredondo-